Este experimento es ideal para demostrarle a los más chicos (y recordarles a los adultos) la importancia de lavarse las manos antes de comer para evitar enfermedades como el cólera y la hepatitis. Todo lo que se necesita es un sobre de gelatina sin sabor, un cubito de caldo y algunas envases chatos con tapa.
El procedimiento es el siguiente:



1) Disuelve el cubo de caldo y el sobre de gelatina en 1/2 litro de agua. Dejalo hervir durante 10 minutos.
2) Esterilizá los frascos y sus tapas metiéndolas en agua hirviendo durante 5 minutos.
3) Colocá la mezcla en cada envase y mantenelos tapalos. Dejá que se enfrie y solidifique la gelatina.
4) Luego, ensuciate las manos! No es necesario que limpies el inodoro del baño o que jugués con barro. Estoy hablando de ensuciarlas “bacterialmente” por ejemplo: subite a un micro, contá el vuelto que te dieron en el kiosko o agarrate del pasamanos de la escalera. Cosas que hacemos todos los días, sin pensar en la cantidad de bacterias y virus que hay en esos lugares. No es para volverse paranoico, pero sí para tener cuidado.
5) Ahora que tenés las manos sucias, tocá con la yema de tus dedos la gelatina ya endurecida. Tapá bien los envases y dejalos en un lugar cálido durante 24 o 36 horas. Pasado ese tiempo, observarás algo como ésto:
Cada punto blanco es una colonia de bacterias. Te sorprenderías al realizar nuevamente el experimento pero esta vez con las manos bien limpias (agua y muuucho jabón).


PUBLICADO: DIANA REVELO